Soy polvo. Nada mas ni menos que eso, soy el polvo que queda en la zuela de un zapato, o el que vez cuando soplas un libro viejo, soy las cenizas de un cigarrillo ya fumado y consumido. Soy menos que el viento, porque no soy indispensable, soy nada. Me convertí en nada, y mi camino va a ser ninguno.
Nunca tuve un sentimiento tan similar al de no estar viva, al de sentirme asfixiada por mis propios sentimientos, la angustia me hace doler la garganta, tener frio, llorar y que mis ojos parezcan tan, pero tan chicos, me convertí en nada, porque mi todo ya no esta, porque lo que mas me completaba en este planeta, se fue, y como tantas otras personas indispensables, decidió alejarse de mi, porque asi estaba mejor, porque la frialdad en la relación fue a un punto mas alto, y mientras muero por dentro y me deshago por fuera, repito una y otra vez en mi cabeza la imagen de estar abrazados, como una masoquista, que necesita el dolor para sobrevivir, me siento alguien que necesita del recuerdo para seguir adelante, porque el recuerdo es lo único que llevo en mi que tiene tu esencia y lo que mas se acerca a estar viva nuevamente.
No paro de llorar, de temblar, y de sentirme cada vez mas comprimida, me siento aplastada...